Nadie ama lo que no conoce… (Richard 2003)

Conocer para amar, amar para conservar, conservar para prosperar (Richard 2003). Porque es una utopía pretender conservar lo que no se conoce… Es una utopía pretender conservar lo que no se ama y es otra utopía pretender prosperar en un contexto de desarrollo sostenible sin conservar… Por eso este pequeño granito de arena, para compartir, desde lo gráfico y visual, el conocimiento de esta incomprendida parte de nuestra fauna, las tortugas, un pequeño insumo para amarlas primero, conservarlas después… En este espacio, es mi deseo compartir con estudiantes, colegas y amigos, mis experiencias profesionales y de vida con las tortugas … Los invito…

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Uso, arte y costumbres… Las tortugas en la cultura humana…Bolivia: I Parte: Resonadores y charangos...

En esta nueva sección iré publicando los diferentes usos en el arte y la cultura que se les da a las tortugas de Argentina y Bolivia especialmente. Estos animales han jugado un rol en la historia del ser humano mucho más importante del que la mayor parte de la gente cree. Los invito a a conocerlos...
"Conocer para amar, amar para conservar, conservar para prosperar..." (E. Richard 2003)

En Bolivia, Chelonoidis chilensis y Acanthochelys pallidpectoris son de las especies más utilizadas por la etnia Ayoreo del área chaqueña quienes las utilizan para realizar resonadores y amuletos. En el primer caso (Resonadores) se utiliza el caparazón hueco de juveniles de C. chilensis y A. pallidipectoris perforado y con un pequeño palito de palo santo (Bulnesia sarmientoi) que a manera de “badajo” suena cuando golpea el interior del caparazón. Los Ayoreo llevan los resonadores atados a la cintura cuando salen de cacería y emiten un sonido particular mientras caminan. Si necesitan comunicarse entre cazadores toman el resonador en la mano y lo hacen sonar igual que una campana. La forma de hacerlo sonar al resonador les permite interpretar como un código que los Ayoreo interpretan y les permite comunicarse entre sí. Por otro lado, los Ayoreo tienen la creencia de que llevar partes de una tortuga (cualquier especie, generalmente C. chilensis y A. pallidipectoris) en su “chuspa” (Especie e bolsito tejido con chaguar [Bromelia sp ó Aechmea sp]) le da al cazador el silencio y sigilosidad de la tortuga (cazadores de la etnia Ayoreo De, Chaco Boreal Paraguayo, Octubre de 1999 com. pers.). Idéntica costumbre tienen los Ayoreo de la región del chaco septentrional boliviano, donde me han referido que conocen a Acanthochelys pallidipectoris y la identifican y como con las otras especies, realizan resonadores con ella también.

Resonador realizado por los Ayoreo de Paraguay con un caparazón de un juvenil de Chelonoidis chilensis y utilizado por los cazadores durante sus recorridas (Octubre de 1999). Colección particular E. Richard. Praktica BC1, 50 mm escaneado de diapositiva.

Resonador realizado por los Ayoreo de Paraguay con un caparazón de un juvenil de Chelonoidis chilensis y utilizado por los cazadores durante sus recorridas (Octubre de 1999). Colección particular E. Richard. Praktica BC1, 50 mm escaneado de diapositiva.


Resonadores de tortuga realizados por los Ayoreo de Bolivia. De izquierda a derecha: Chelonoidis carbonaria (Macho), Chelonoidis denticulata y Phrynops sp. (Santa Rosa de Yacuma, Beni). Museo de Artes Musicales, La Paz, Bolivia. 22 de mayo de 2004. Fuji Finepix 205.


Resonadores de tortuga realizados por los Ayoreo de Bolivia. Chelonoidis carbonaria (Macho), (Santa Rosa de Yacuma, Beni). Museo de Artes Musicales, La Paz, Bolivia. 22 de mayo de 2004. Fuji Finepix 205.



Por otro lado, Bolivia dice ser la cuna del Charango (Potosí), instrumento de cuerdas que al parecer, originaria y lamentablemente utilizaba como caja de resonancia el caparazón de un quirquincho andino (Chaetophractus nationi), pero luego buscando diferentes nuevos sonidos, se buscó incorporar caparazones de tortugas de diferentes especies incluida Acanthochelys pallidipectoris. En este sentido, tanto los pobladores criollos del área chaqueña, como amazónica, siempre buscan materiales novedosos para hacer charangos y entre ellos lamentablemente el caparazón de diferentes especies de tortugas incluida A. pallidipectoris, C. chilensis, C. carbonaria, C. denticulata (Distintos pobladores com. pers. 2003, 2004, 2005). A la fecha tengo un registro fotográfico de charangos realizados con diferentes caparazones de tortugas, pero todavía no he podido fotografíar uno realizado con A. pallidipectoris.


Charango de tortuga realizado en Bolivia, en este caso de Chelonoidis carbonaria, del Maestro Tomás Fernández (1942). Museo de Artes Musicales, La Paz, Bolivia. 22 de mayo de 2004. Fuji Finepix 205.

Charango de tortuga realizado en Bolivia, en este caso de Chelonoidis denticulata, Museo de Artes Musicales, La Paz, Bolivia. 22 de mayo de 2004. Fuji Finepix 205.




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